Índice de Pobreza Multidimensional de Panamá
“No se puede medir el progreso de los pueblos y de las sociedades por indicadores macroeconómicos que deben funcionar bien, pero que son medios. Hay que medir lo que está pasando con los fines últimos… la gente”. Amartya Sen, 1984.
La idea de elaborar de un índice que reúna los aspectos multidimensionales de la pobreza toma fuerza en la década de los noventa, basada en diversos estudios que han ido sustentando la urgencia de un acercamiento más comprensivo en los métodos para calcular la pobreza. Hasta ese entonces, la medición tradicional de pobreza al rededor del mundo se llevaba a cabo exclusivamente en base a ingresos, como medio para adquirir bienes y servicios.
La medición por ingresos deja de lado otros aspectos que inciden en la pobreza, que no pueden abordarse solamente en términos monetarios, como acceso a la educación, salud, empleo, vivienda, entre otros. Como consecuencia, este tipo de medición no permite capturar de la mejor manera los efectos que puedan tener las políticas públicas en determinados aspectos del bienestar del hogar. Una medida multidimensional permite abarcar elementos que nos den un entendimiento más profundo de lo que en realidad significa ser pobre, considerando las diferentes carencias experimentadas por las personas.
En América Latina se ha utilizado el método de las Necesidades Básicas Insatisfechas
(NBI) y el método de la Línea de Pobreza (LP) sirviéndose de los datos de Censos Nacionales, pero poco a poco se fue reconociendo la necesidad de un índice que capturara con mayor detalle el nivel de privaciones experimentado por las personas que viven en condiciones de pobreza y su intensidad, de modo integrado y comparable en el tiempo, por lo que surgió el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM).
En Panamá, desde la década del 70 se han utilizado datos de los Censos de Población y Vivienda, Encuestas de Hogares, Encuestas decenales de Ingresos y Gastos, Encuestas de Niveles de Vida e Indicadores Sociales para analizar y estudiar la pobreza en el país. Gracias a estos estudios se ha avanzado en la cuantificación y ubicación geográfica de las personas en condiciones de pobreza, lo que nos ha permitido elaborar mapas de pobreza y definir las áreas más importantes donde la política pública debe ser aplicada.
Se han empleado diferentes metodologías para manejar estas bases de datos: el método de Línea de Pobreza por el Consumo (1997, 2003 y 2008), la Línea de Pobreza (2009 hasta la fecha), el método Necesidades Básicas Insatisfechas (1980, 1990, 2000 y 2010) que incluye cuatro dimensiones (Vivienda, Educación, Condiciones Económicas y Salud) y 12 indicadores; y, desde 1990, el Reporte de Desarrollo Humano del PNUD incluye el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que agrupa tres dimensiones de bienestar (salud, educación y nivel de vida). Estos dos últimos métodos dan una imagen comprensiva del bienestar social de los hogares del país. Para este efecto, se califican ciertas carencias o condiciones básicas de bienes y servicios de los que no disponen los hogares pero que necesitan para vivir.
En la actualidad el enfoque de pobreza multidimensional forma parte de la agenda global plasmada a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), propuestos por los países que forman parte de las Naciones Unidas y adoptados por Panamá como pauta para el desarrollo. Los ODS establecen como su primer objetivo “poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”, teniendo como meta específica "de aquí a 2030, reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales”.
Son varios los países en la región que han desarrollado mediciones de pobreza multidimensional: México, Colombia, Ecuador, Chile, Costa Rica, El Salvador, Honduras y en proceso de construcción países como: Paraguay, Cuba y República Dominicana. En este mismo contexto, Panamá se suma a este esfuerzo para poder entender en mayor detalle la pobreza en todas sus dimensiones.
¿Qué es la Pobreza Multidimensional?
El concepto de pobreza multidimensional toma en consideración de modo integral las múltiples privaciones y carencias que experimentan simultáneamente los individuos y hogares en múltiples dimensiones del bienestar distintas al ingreso, tales como salud, educación, trabajo, medio ambiente, nivel de vida, entre otros. El IPM representa una forma de medir estas privaciones y carencias de las personas, aportando una visión integradora de la situación y revelando el nivel de pobreza multidimensional en un país. La información que arroja el IPM puede ser desagregada por área geográfica, subgrupos de personas o carencias específicas. Por ejemplo, una persona puede estar en condiciones de pobreza multidimensional por no tener acceso a atención médica, mala nutrición y falta de agua potable, mientras que otra puede estarlo por experimentar carencias de electricidad, precariedad de la vivienda, desempleo o poca escolaridad. De allí el enfoque de la pobreza como es un fenómeno multidimensional.
Metodología Alkire y Foster
Las bases para crear el IPM desarrollado por el Oxford Poverty and Human Development Initative (OPHI) de la Universidad de Oxford, fueron planteadas por el economista, ganador del Premio Nobel de Economía en 1998, Amartya Sen, quien mediante su teoría de las capacidades, presentó una nueva forma de pensar el desarrollo en función de la libertad de las personas. En 2008, Sabina Alkire y James Foster , teniendo como punto de partida el índice de pobreza de Foster-Greer-Thorbecke (FGT), propusieron un método para medir la pobreza de manera multidimensional, el cual analiza los perfiles de privación de cada individuo, identificando las personas u hogares que viven en condiciones de privación y pobreza multidimensional. Esta metodología es conocida hoy como Alkire y Foster, y es la base para la construcción del IPM.
Dada la flexibilidad de la metodología, diferentes países alrededor del mundo la han utilizado para el diseño y cálculo de IPM nacionales, cuyo objetivo es medir y monitorear las privaciones que sufren los habitantes de cada país. Las decisiones normativas de los IPM nacionales, se basan en el propósito de la medida determinado por cada país, y reflejan las necesidades y características que le son propias. En este contexto, los IPM nacionales se han convertido en herramientas fundamentales para el monitoreo de los niveles de pobreza y privación de su habitantes, al igual que para darle seguimiento a las políticas públicas.
Aunque los propósitos de los IPM basados en la metodología Alkire-Foster pueden ser múltiples, los más comunes son:
1. Medición de los niveles de pobreza multidimensional en cada país, con un seguimiento y monitoreo de políticas públicas que tienen efectos directos e indirectos en cada una de las privaciones.
2. Focalización de la oferta de servicios, infraestructura y programas sociales, para identificar a las personas y hogares con mayores carencias y facilitar que sean atendidos.
¿Cómo medir la Pobreza Multidimensional?
Procesos del Índice de Pobreza Multidimensional de Panamá Durante el Septuagésimo período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, Panamá, aparte de suscribir la Agenda 2030, contentiva de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como pauta para el desarrollo al año 2030, manifestó el compromiso de adoptar el IPM basado en la metodología Alkire-Foster, desarrollado por OPHI y propuesto por las Naciones Unidas como instrumento para medir la pobreza multidimensional a nivel nacional.
Es así como en mayo de 2016, después de acercamientos previos con OPHI, el Gobierno de Panamá, liderado por el Gabinete Social, bajo la coordinación técnica del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), aprueba la hoja de ruta para utilizar esa metodología para el diseño y cálculo de un IPM nacional, el cual responde al siguiente propósito:
Identificar y medir la incidencia e intensidad de las principales carencias o privaciones no monetarias que afectan las condiciones de vida de los panameños, y emplearlas como criterio complementario a la medición de pobreza por ingreso en la reorientación de la política social, para lograr una efectiva reducción de la pobreza de modo integral.
Para este fin, se crea el Comité Técnico Asesor (CTA) para la construcción del IPM, conformado por el MIDES, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como coordinadores del proceso, el cual trabajaría en coordinación con las instituciones gubernamentales que integran el Gabinete Social en su versión ampliada.
Como una de sus primeras tareas, el CTA adelantó una revisión de los métodos más relevantes que Panamá ha utilizado para medir pobreza y bienestar, entre los que se encuentran líneas de pobreza por ingreso, mapas de pobreza, Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) e Índice de Desarrollo Humano (IDH). El resultado de estos análisis reafirmó que las actuales mediciones no estaban permitiendo medir la intensidad de la pobreza padecida, ni identificar las privaciones a las que están sujetas las personas, ni cuáles dimensiones del bienestar deben ser priorizadas dentro de los esfuerzos de la política pública e incluso del sector privado; ni cuál es el efecto que tienen las políticas e intervenciones para combatir la pobreza y la asignación de recursos proporcional a las necesidades y privaciones reales de los individuos según las distintas áreas geográficas.
Gráfica No. 1. Métodos utilizados en Panamá, para medir pobreza y bienestar
Posteriormente, se elige la Encuesta de Propósitos Múltiples (EPM), también conocida como Encuesta de Hogares, que es aplicada por el INEC en marzo de cada año, como el instrumento para el cálculo de la medida, ser periódica, confiable, incluye preguntas de educación, vivienda y empleo y, lo más importante: es representativa a nivel nacional, por provincias, comarcas indígenas y para área rural y urbana.
Una vez seleccionada la fuente de datos para la construcción del IPM y validada por el Gabinete Social, el CTA procedió a elaborar una propuesta borrador de dimensiones e indicadores que debía contemplar el nuevo índice. Este primer borrador se elaboró teniendo en cuenta los estudios nacionales que ya se habían realizados sobre las principales variables de pobreza, las prioridades en políticas públicas de Panamá en aspectos como la salud, educación, la protección social, el trabajo, entre otros y la información disponible a través de la EPM.
Considerando la importancia de que este sea un proceso local, y de que el equipo técnico a cargo de efectuar el cálculo del IPM conozca y esté en capacidad de aplicar la metodología Alkire-Foster por sí mismo, personal técnico del MEF y MIDES, bajo la dirección de OPHI, recibió la capacitación necesaria en dicha metodología.
Con el fin de obtener un IPM que representara lo más posible las verdaderas carencias de la población, y que el mismo contara con la opinión de la mayoría de los sectores de la sociedad, se procede a socializar la metodología mediante un comprensivo periodo de consultas que retroalimentaron la propuesta borrador de dimensiones e indicadores. Estas consultas se efectuaron a nivel nacional, en todas las provincias y comarcas, con especialistas, representantes de instituciones gubernamentales, académicos, sociedad civil y con personas que viven en condiciones de pobreza extrema.
Este proceso altamente participativo, arrojó que era necesario prestar atención a otras carencias que fueron recurrentes en las distintas consultas, tales como acceso o estado de las carreteras, internet, electricidad, entre otros. En base a lo anterior, se realizaron algunos ajustes para la inclusión de nuevas preguntas a la EPM que dieran referencia en especial a temas de salud y de medio ambiente, y se amplió la muestra para mejorar su representatividad y robustez.
Como resultado de todo este proceso, se definió que el IPM para Panamá estara conformado por 17 indicadores distribuidos en 5 dimensiones, las cuales representan las principales carencias que sufren los hogares y personas en pobreza en el país. Estas dimensiones e indicadores fueron aprobados por el Gabinete Social, a partir de lo cual se procedió a dar inicio al cálculo del IPM, siendo responsabilidad del MEF el cálculo de la primera medida, y del MIDES realizar su cálculo espejo.
Adicionalmente, y con ánimos de dar fe de la transparencia del proceso y la veracidad de los resultados, se constituyó una mesa de expertos integrada por OPHI, PNUD y Banco Mundial, que certificaron los resultados del IPM de Panamá.
Gráfica No. 2. Composición y peso de las dimensiones e Indicadores del Índice de Pobreza multidimensional de Panamá
Definición de los Indicadores
1. Dimensión de Educación
Inasistencia escolar: al menos un niño o adolescente (entre 4 y 17 años) no asiste a la escuela.
Repitencia escolar: al menos un niño o adolescente que asiste a la escuela (entre 6 y 17 años) indicó haber repetido una o más veces un año escolar.
Logro educativo insuficiente: al menos una persona de 18 años o más no alcanzó un nivel educativo mínimo, entendiéndose lo siguiente: personas entre 18 y 30 años de edad que no cuentan con educación pre-media completa (9 años), o personas de 31 a 59 años de edad que no cuentan con educación primaria completa (6 años), o personas de 60 años, o más que no saben leer ni escribir.
2. Dimensión de Vivienda, Servicios Básicos y Acceso de Internet
Precariedad de los materiales de la vivienda: al menos una de las siguientes condiciones se cumple:
▪ Si en el área urbana la casa cuenta con paredes de madera, quincha adobe, metal, palma paja o penca caña o bambú o palos, otros materiales (cartón) o sin paredes; o si el material de los techos es de madera, palma, paja, pencas u otros materiales; o si el material de los pisos es de madera, tierra u otros materiales.
▪ Si en el área rural el material de las paredes de la vivienda es metal, palma, paja, penca, caña o bambú, palos, otros materiales (cartón) o sin paredes; o el material de los techos es madera, palma, paja, pencas u otros materiales; o el material de los pisos es tierra u otros .
▪ Por las características propias de las viviendas en la Comarca Guna Yala se considerará un hogar privado si el material de las paredes de la vivienda es metal, otros materiales (cartón) o sin paredes; o si el material de los techos es madera u otros materiales; o el material de los pisos es tierra u otros materiales.
Personas por habitación o hacinamiento: una habitación para dormir es compartida por tres (3) o más personas.
Carencia de electricidad: la fuente principal de alumbrado es querosín o diésel, gas, velas u otro.
Sin acceso a internet: hogares que no tienen acceso a internet ni por vía red móvil, ni red fija ni acceden en otro lugar, excluyendo aquellos hogares donde los miembros del hogar no usan internet porque no les interesa.
3. Dimensión de Ambiente, Entorno y Saneamiento
Afectación a daños de los hogares por fenómenos naturales: ha sufrido daños causados por inundaciones, derrumbes, marejadas, fuertes vientos o sequía u otros.
Acceso a vías de comunicación terrestres: la principal vía de comunicación es carretera o calle pavimentada o asfaltada, o carretera de tosca o piedra o camino de herradura o vereda en malas condiciones durante el invierno o el verano.
Manejo inadecuado de la basura:
▪ En el área urbana, si el manejo de la basura es incineración o quema, tirar la basura a un terreno baldío, a un río, quebrada, lago o mar o enterrar los desechos,
▪ , si el manejo de la basura es Incineración o quema, tirarlas a un terreno baldío, río, quebrada, lago o al mar.
Carencia de Saneamiento Mejorado:
▪ En el área urbana, si el hogar no tiene servicio sanitario; o cuenta con un servicio de hueco o letrina; o tiene un servicio sanitario conectado a alcantarillado o tanque séptico, pero es compartido con otras viviendas.
▪ En el área rural, si el hogar no tiene servicio sanitario; o cuenta con un servicio de hueco o letrina, conectado a alcantarillado o tanque séptico, pero es compartido con otras viviendas.
4. Dimensión de Trabajo
Desempleo y trabajador familiar: al menos una persona de 18 años o más de edad está desocupada, o es ocupada como trabajador familiar sin pago, o es potencialmente activo, entendiéndose que es parte de la población no económicamente activa, pero está disponible para trabajar.
Precariedad del empleo: si al menos un miembro de 18 años o más de edad, que está ocupado como:
▪ Empleado y no tiene un contrato escrito o no paga seguro social,
▪ Empleada doméstica sin seguro social,
▪ Trabajador por cuenta propia sin seguro social a excepción de agricultores, gerentes, administradores y profesionales
▪ Trabajador cuenta propia en la agricultura que no tienen ingreso independiente y lo que producen es para autoconsumo.
Incumplimiento de derechos laborales: al menos una persona empleada con contrato de trabajo escrito y seguro social, de 18 o más años que trabaja 40 o más horas, percibe ingresos inferiores al salario mínimo (excluyendo empleados gubernamentales).
5. Dimensión de Salud
Acceso a servicios de salud: al menos una persona que en los últimos seis meses haya sufrido alguna enfermedad, accidente o quebranto de salud, aunque este haya sido pasajero, no haya consultado a un especialista, o consultó a familiares u otros miembros del hogar, o a un curandero o hierbero; o no consultó a un especialista porque el lugar de atención está lejos, falta de dinero para el transporte, el servicio es costoso, no hay medios de transporte, no hay médicos o enfermeras o el personas de salud no habla el idioma.
Control de embarazo: al menos una mujer entre 15 a 49 años de edad, que haya estado embarazada en los últimos 5 años No asistió a controles prenatales sin importar la causa.
Carencia y disponibilidad de fuentes de agua mejorada:
▪ La principal fuente de agua para beber es: pozo brocal no protegido, o Pozo superficial o Carro cisterna o río, quebrada, lago, estanques, arroyo, agua de lluvia u otra fuente.
▪ En el caso de hogares cuya principal fuente de agua es un acueducto público del IDAAN, serán privados si reciben el agua menos de siete días a la semana y menos de 12 horas al día durante el verano o el invierno.
Resultados del IPM de Panamá
Pesos y ponderaciones:
La literatura nos dice que: “La interpretación del conjunto de indicadores se facilita enormemente cuando los componentes individuales tienen grados de importancia que, si bien no exactamente iguales, no son manifestaciones diferentes” (Atkinson, Cantillon, Amarillee y Nolan, 2002), en base a lo anterior y producto de las opiniones y sugerencias recogidas durante todo el proceso de construcción del IPM, y de la importancia de cada dimensión e indicador en la calidad de vida de las personas, se llegó a la conclusión que cada dimensión y dentro de estas el indicador tendría el mismo peso dentro del índice, debido a que todos son importantes en las vidas de las personas y por otro lado cada una de ellas es un complemento de la otra. Por ejemplo, sin una buena educación la persona podría tener un buen trabajo, o sin un buen trabajo se podría tener una buena vivienda. Igualmente el peso de cada indicador dentro de cada dimensión tendría igual valoración.
Valor de la línea o umbral de pobreza:
Ya definida la ponderación de cada dimensión e indicador, se procede a definir el punto de corte o línea de pobreza multidimensional “k”, que representa el número de carencias o privaciones ponderadas a partir del cual un hogar o persona es identificado como pobre multidimensional. “Así como en la línea de pobreza monetaria, la decisión final del k en muchos casos debe ser normativa, donde k describe el score de privación mínimo asociado a las personas que son consideradas pobres y que se consideran a sí mismas pobres” (Alkire et al., 2015, p32).
Tratando de disminuir la discrecionalidad en la selección de la línea de pobreza multidimensional “k”, se realiza la prueba de sensibilidad la cual nos arroja que el punto de corte debería situarse entre 10% y 50%, lo cual nos indica el rango en el cual se debe situar nuestro punto de corte, la teoría nos indica que entre mayor sea la línea, menor será la pobreza y viceversa. En base a lo anterior y tratando de buscar una línea de pobreza multidimensional “k” que este entre el rango que nos arroja la prueba de sensibilidad, se decidió utilizar el promedio que nos da esta prueba, por lo tanto, la línea de pobreza multidimensional “k” se definió en un 30%, que equivale a tener privaciones entre cinco o seis indicadores o más en forma simultánea, dependiendo de la dimensión a los cuales pertenezcan.
En términos del umbral de pobreza, una persona será considerada pobre multidimensional si vive en un hogar que presenta carencias en un 30% o más de los 17 indicadores ponderados definidos para el IPM Panamá; recordando que, las contribuciones de los indicadores varían en relación a la dimensión en la cual se encuentren (dada la cantidad de indicadores que la conforma); en dos dimensiones, los pesos respectivos de los indicadores son de 5% y en las tres restantes, 6.7%. Por tanto, existe una múltiple cantidad de combinaciones posibles entre los 17 indicadores que pueden determinar la condición de pobreza multidimensional. En otras palabras, tomando en consideración lo expuesto anteriormente, una persona es considerado pobre multidimensional si refleja carencias en 5, 6 o más indicadores (dependiendo del peso de cada uno y que en conjunto la suma sea mayor o igual al 30%), lo que es equivalente a decir que es carente en una dimensión y media aproximadamente. A continuación, se mostrará una representación gráfica de dos de los múltiples ejemplos que pueden presentarse.
Posteriormente a la creación y validación de los indicadores y la definición de la línea de pobreza multidimensional “k”, se realizaron los cálculos de la incidencia e intensidad de la pobreza, así como del IPM, a nivel nacional, provincial y comarcal. Al mismo tiempo OPHI procedió a calcular y validar los resultados del mismo y posteriormente, una vez ya tenido los resultados, MIDES y PNUD realizaron un cálculo espejo.
Ilustración No. 1. Hogar carente en una dimensión y media y se considera en pobreza
multidimensional (Ejemplo No.1)
Ilustración No. 2. Hogar carente en seis indicadores simultáneamente y se considera en pobreza multidimensional (Ejemplo No. 2)
El IPM se puede desagregar para diferentes grupos de la población (provincias y comarcas indígenas, etnias y áreas) dependiendo del nivel de representatividad que nos permite la fuente de información. Este índice tiene entre uno de sus principales atributos que puede ser descompuesto por indicadores; en otras palabras, podemos conocer la contribución de cada indicador al total de la pobreza multidimensional. De ahí que el índice nos permita conocer la cantidad de pobres multidimensionales que existen, en qué lugar o área viven, las características que tienen, cuán pobres y diferentes son los pobres, además de los indicadores y dimensiones que contribuyen a su pobreza, lo cual es de mucha ayuda para la evaluación, orientación y creación de las políticas sociales del estado.
Ilustración No. 3. Medidas que se obtiene del calcular el IPM
Principales resultados
Incidencia de la pobreza multidimensional
El IPM-Panamá nos permite identificar la cantidad de personas que se encuentran en una condición de pobreza multidimensional. Los resultados para el año 2017 indicaron que el porcentaje de personas en condición de pobreza multidimensional se ubicó en 19.1%, lo que representó en términos absolutos 777,752 personas. En cuanto a hogares, se encontraron en condición de pobreza multidimensional el 12.2%, lo equivalente a 138,410 hogares.
Ilustración No. 4. Porcentaje de personas pobres multidimensional (H): Año 2017
Fuente: Elaborado en la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas en base a los datos de la Encuesta de Propósitos Múltiples realizada en el mes de marzo por el Instituto Nacional de Estadística y Censo.
Al desagregar la información por áreas geográficas, los resultados de esta medida fueron consistentes con la tendencia de los valores mostrados en otros métodos de medición de pobreza utilizadas y aplicadas en el país. Por ejemplo, en las comarcas indígenas fue en donde se presentó las mayores proporciones de personas pobres multidimensionales e inclusive, en el mismo orden observado cuando se realizan los análisis de pobreza monetaria. En el caso de pobreza multidimensional la incidencia fue: Comarca Ngäbe Buglé (93.4%), Comarca Guna Yala (91.4%) y Comarca Emberá (70.8%). El promedio de estos tres valores supera en 4.5 veces el valor del promedio nacional, lo que evidencia también con esta medida una la disparidad existente y que ya era previamente conocida.
Ilustración No. 5. Porcentaje y número de personas pobres multidimensionales, según provincias y comarcas indígenas: Año 2017
Fuente: Elaborado en la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas en base a los datos de la Encuesta de Propósitos Múltiples realizada en el mes de marzo 2017, por el Instituto Nacional de Estadística y Censo.
En cuanto a las provincias, las tres con mayor porcentaje de personas en condición de pobreza multidimensional y por encima del promedio nacional, fueron: Bocas del Toro (44.6%), Darién (40.0%) y Coclé (22.6%). En las dos primeras habitan una amplia población indígena, 62.6% y 31.1% respectivamente, Mientras en el resto tienen menores proporciones: Los Santos (4.2%), Herrera (7.2%) y Panamá (8.5%).
Una comarca indígena y dos provincias concentran el 53.7% de las personas en pobreza multidimensionalmente (417,851 personas), estas son: la comarca Ngäbe Buglé (24.6% o 191,634) y las provincias de Panamá (17.1% o 133,237) y Panamá Oeste (12.0% o 92,980). Esta comarca es la que mayores niveles de pobreza ostenta, mientras que en las provincias la misma se sitúa por debajo del 16.0%. Por el contrario en una comarca indígena y tres provincias se encuentra el 5.5% o 42,581 personas privadas: Darién (2.8% o 21,606), comarca Emberá (1.1% u 8,603), Herrera (1.1% u 8,456) y Los Santos (0.5% u 3,916). En esta comarca aproximadamente 7 de cada 10 personas y en Darién 4 de cada 10 están en pobreza multidimensional, mientras que en Herrera y Los Santos esta relación es apenas de 7 y 4 de cada 10 personas.
Intensidad de la pobreza multidimensional
Este componente es la parte innovadora que presenta la metodología Alkire-Foster. Esta medida va más allá de realizar el conteo de personas que son multidimensionalmente pobres, y permite conocer qué tan pobres son las personas en relación a las carencias que experimentan o poseen. Es por tanto, que las acciones en materia de políticas públicas y sociales podrán estar encaminadas en disminuir el número de pobres y también mejorar las condiciones de vida de aquellos que sufren pobreza multidimensional con mayor intensidad, es decir, que presentan un mayor número de privaciones.
Es así que, las personas multidimensionalmente pobres experimentaron su condición con una intensidad de 43.5% a nivel nacional. En otras palabras, en promedio los pobres multidimensionales tienen carencias en 8 o más indicadores simultáneamente dependiendo de la dimensión en que se encuentren.
Teniendo en cuenta que la población específica de estudio son las personas en condición de pobreza multidimensional, al desagregar los resultados por áreas geográficas, podemos observar que el nivel de carencias que experimentan estas personas en cualquier parte del país es un poco similar, pero a la vez relativamente alto. Es así que, en las comarcas indígenas Ngäbe Buglé y Güna Yala fue en donde el nivel del promedio de carencias fue mayor, la intensidad de la pobreza en cada una fue de: 55.0% y 49.7%, respectivamente. Es decir, que en promedio las personas en condición de pobreza multidimensional en estas comarcas están privados alrededor de la mitad de los indicadores que conforman el índice para Panamá. En el caso de la tasa de intensidad de la Comarca Emberá (42.2%), estuvo muy por debajo de la presentada por las dos comarcas anteriores e incluso fue menor a la del promedio nacional.
Gráfica No. 3. Porcentaje de carencias promedio de las personas pobres multidimensionales, según provincias y comarcas indígenas: Año 2017
Fuente: Elaborado en la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas en base a los datos de la Encuesta de Propósitos Múltiples realizada en el mes de marzode 2017, por el Instituto Nacional de Estadística y Censo.
En el caso de la provincia de Bocas del Toro, que fue la que presentó la mayor tasa de incidencia de pobreza, también concurrió con el más alto porcentaje de intensidad (42.3%). Pero no fue así en el caso de la segunda y tercera provincia con mayor incidencia (Darién y Coclé), seguidas por las provincias de Veraguas y Colón, con un promedio de carencias de 42.0% y 39.9%, respectivamente. Lo que evidencia también, en contra parte con lo sucedido con la provincia de Bocas del Toro, que no necesariamente en donde hay una mayor cantidad de personas en condición de pobreza es en donde esas mismas personas presentan el mayor número de carencias en promedio.
Índice de Pobreza Multidimensional
Teniendo en cuenta el proceso de interconexión de las dos medidas anteriores, el resultado del producto o ajuste entre la incidencia y la intensidad es lo que se denomina como el IPM. Uno de los puntos importantes de este índice compuesto es que permite determinar la contribución por dimensión o indicador de los factores que están incidiendo en mayor medida sobre el bienestar de las personas identificadas como pobres, lo cual posibilita priorizar y planificar las acciones en materia de políticas públicas y sociales de acuerdo a las carencias o necesidades más relevantes y propias en cada una de las provincias y comarcas indígenas. El resultado obtenido para 2017 del IPM nacional de Panamá fue de 0.083. Lo que significa que, los pobres multidimensionales experimentan el 8.3% del total de posibles carencias que la sociedad podría llegar a sufrir.
Una de las principales ventajas del IPM es que puede ser descompuesto, es decir nos indica que dimensión o indicador es el que más está aportando a explicar los niveles de pobreza multidimensional. En el caso del IPM-Panamá, cuatro dimensiones aportan casi en igual medida, alrededor del 20% cada una al IPM, Educación (23.9%), Trabajo (20.9%), Ambiente, entorno y saneamiento (20.7%) y Vivienda y servicios básicos (19.8%). En el caso de salud la misma solamente contribuye a explicar el 14.7%.
Gráfica No. 4. Contribución porcentual de cada dimensión al índice de pobreza multidimensional: Año 2017
Fuente: Elaborado en la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas en base a los datos de la Encuesta de Propósitos Múltiples realizada en el mes de marzo de 2017, por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
Cada parte del siguiente gráfico representa el porcentaje de contribución de cada indicador en el IPM nacional. Considerando esta contribución, se encontró que siete indicadores explican el 60.2% del índice: logro educativo insuficiente (12.4%), precariedad del empleo (11.9%), manejo inadecuado de los desechos (8.4%), desocupado y trabajador familiar (7.7%), carencia y disponibilidad de fuentes de agua mejorada (7.1%), acceso a servicios de salud (6.4%) y repitencia escolar (6.4%). Por lo anterior, cualquier intervención que afecte alguno de estos indicadores, tendrá un mayor impacto potencial en los cambios de la pobreza multidimensional.
Gráfica No. 5. Contribución porcentual de cada indicador al índice de pobreza multidimensional: Año 2017
Fuente: Elaborado en la Dirección de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía y Finanzas en base a los datos de la Encuesta de Propósitos Múltiples realizada en el mes de marzo por el Instituto Nacional de Estadística y Censo.
Otro hecho interesante es que, aunque la dimensión salud en su totalidad tiene un aporte menor comparado con otras dimensiones al IPM, dos de sus tres indicadores están entre los sietes que más contribuyen a explicar la pobreza (carencia y disponibilidad de fuentes de agua mejorada y acceso a servicios de salud). La dimensión de vivienda y servicios básicos que aporta en su totalidad 5.1% más que la dimensión de salud, no tiene ningún indicador dentro del grupo de indicadores con una alta contribución individual. Esto nos indica que, no necesariamente la dimensión que más aporta al índice es la que tiene indicadores con mayores aportes, ya que puede haber indicadores con aportes mínimos dentro de estas dimensiones, que hacen que su contribución total como dimensión se reduzca; por ejemplo, en el caso de la dimensión de salud el indicador de control de embarazo aporta solamente el 1.3% al IPM-Panamá.
Al realizar el análisis por regiones, las comarcas indígenas fueron las que presentaron los mayores Índices de Pobreza Multidimensional. En el caso de la Ngäbe Buglé el índice se ubicó en 0.514. Entre los principales factores que contribuyeron a que las personas multidimensionalmente pobres de esta comarca vivan en esta condición estuvieron: logro educativo insuficiente, precariedad del empleo, el manejo inadecuado de los desechos, el desempleo y trabajo familiar sin remuneración, y la precariedad de los materiales de la vivienda; cada uno de estos indicadores contribuyeron a la pobreza multidimensional en un: 11.4%, 10.1%, 8.4%, 7.7% y 7.5%, respectivamente.
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